Saltar al contenido

75 inspiradoras frases de Socrates

Última actualización 4 agosto, 2021

Sócrates fue uno de los filósofos más importantes de la historia de la humanidad y su sabiduría, sin límites, nos ha dejado un sinnúmero de frases. A continuación presentamos una selección de 75 frases reflexivas de Sócrates.

Frases célebres de Sócrates



1. El asombro es el comienzo de la sabiduría. 



2. La educación es encender una llama, no llenar un recipiente.



3. Cuidado con la esterilidad de una vida ocupada.



4. Una vida que no ha sido examinada no merece ser vivida.



5. No puedo enseñar nada a nadie: solo puedo hacerlos pensar.





6. Las mentes fuertes discuten ideas, las mentes promedio discuten eventos, las mentes débiles discuten sobre personas.



7. Solo hay un bien, el conocimiento; y un mal, la ignorancia. 



8. El que no se contenta con lo que tiene no estaría contento con lo que le gustaría tener.



9. Para encontrarte a ti mismo piensa por ti mismo.



10. Habla para que yo pueda conocerte.



 



11. El único conocimiento verdadero es saber que no sabes nada.



12. No la vida, sino la buena vida, es lo que debe ser más valorado. 



13. Las almas ruines solo se dejan conquistar mediante regalos.



14. Teme el amor de una mujer más que el odio de un hombre.



15. El grado sumo del saber es examinar el por qué.





16. La belleza es una efímera tiranía.



17. El mayor de todos los misterios es el hombre. 



18. La muerte podría ser la más grande de las bendiciones.



19. El contentamiento es riqueza natural, el lujo es pobreza artificial.



20. Que el que mueva el mundo primero se mueva a sí mismo.





21. Justicia, si supiéramos qué es.



22. La mejor manera de vivir con honor en este mundo es ser lo que pretendemos ser.



23. Sé que soy inteligente, porque sé que no sé nada.



24. El principio de la sabiduría es la definición de los términos.



25. Ni los reyes ni los gobernantes llevan el cetro, sino los que saben mandar.





26. No hay que dejar que crezca la hierba en el camino de la amistad. 



27. Solo Dios es el sabio definitivo.



28. Entenderse a uno mismo es el inicio del conocimiento.



29. Haz que la faceta pública y la privada del hombre sea una.



30. Es mejor cambiar de opinión que mantenerse en la errónea.





31. Los poetas son solo los intérpretes de Dios.



32. El orgullo engendra al tirano. 



33. Nunca temeré o evitaré algo que no conozco.



34. La excelencia es un hábito.



35. El paso del tiempo arruga tu piel, pero la falta de entusiasmo arruga tu alma.





36. Entender una pregunta es tener ya media respuesta.



37. Ser es hacer. 



38. Cuando quieras sabiduría y perspicacia tanto como quieras respirar, la tendrás.



39. Es mejor cambiar de opinión que persistir en una equivocada.



40. No hay mayor mal que uno pueda sufrir que odiar el discurso razonable.





41. Expresarse mal no solo es defectuoso en cuanto al lenguaje, sino que hace algún daño al alma.



42. El antiguo oráculo dijo que yo era el más sabio de todos los griegos. 



43. Creo que hay dioses y en un sentido mucho más elevado que el que cualquiera de mis acusadores cree en ellos.



44. Es mejor sufrir el mal que hacer el mal.



45. Toda acción tiene sus placeres y su precio.





46. Prefiero el conocimiento a la riqueza, porque una es transitoria, la otra perpetua.



47. No podemos vivir mejor que buscando ser mejores.



48. La envidia es la úlcera del alma. 



49. De los deseos más profundos a menudo surge el odio más mortal.



50. Las almas de todos los hombres son inmortales, pero las almas de los justos son inmortales y divinas.





51. No se debe valorar principalmente la vida, sino la buena vida.



52. ¿De cuántas cosas puedo prescindir?



53. La humanidad está formada por dos clases de personas: las personas sabias que se saben tontas y las tontas que se creen sabias.



54. Solo en la muerte nos curamos verdaderamente de la enfermedad de la vida.



55. Teniendo la menor cantidad de necesidades estoy más cerca de los dioses.





56. Hacer el bien es cuestión de cuidar la parte de ti que más importa, es decir, el alma.



57. La virtud no proviene de la riqueza, pero la riqueza y todo otro bien que los hombres tienen proviene de la virtud. 



58. A través de tus harapos veo tu vanidad.



59. Vivir bien, bellamente y con justicia son una sola cosa.



60. El mayor privilegio del hombre es la discusión sobre la virtud.





61. Todas las guerras se producen por acumular riquezas.



62. Este es un universo que no favorece al tímido. 



63. Nada se aprende tan bien como lo que es descubierto.



64. Desciende a las profundidades de ti mismo y logra ver tu alma buena. La felicidad la hace solamente uno mismo con la buena conducta.



65. Conócete a ti mismo.





66. Cuando se pierde el debate la difamación se convierte en la herramienta del perdedor.



67. Un hombre desenfrenado no puede inspirar afecto; es insociable y cierra la puerta a la amistad. 



68. El amor más ardiente tiene el final más gélido.



69. Sé lo que deseas parecer.



70. Come para vivir, no vivas para comer.





71. Una vez igualada al hombre la mujer se convierte en su superior.



72. La forma más fácil y más noble de andar no es aplastando a los demás, sino mejorando uno mismo.



73. La vida no contiene más que dos tragedias: una es no conseguir el deseo de tu corazón, la otra es conseguirlo.



74. La mayor bendición concedida a la humanidad es llevada a cabo por medio de la locura, que es un don divino.



75. Para decir la verdad poca elocuencia basta.

¿Quién fue Sócrates?

Sócrates fue un gran filósofo de la Grecia clásica, que posiblemente haya existido entre el siglo V y IV a.C. Su vida en realidad es un misterio, ya que toda la información que tenemos de este pensador dimana de Platón (la más famosa), Jenofonte y Aristófanes, desde la comedia con crítica ácida. Y todo es tan complejo, en definitiva, que algunos pensadores hablan de posibilidad que nunca haya existido, que simplemente fuera una invención de Platón.

Como Sócrates es eminentemente el Sócrates de Platón, podemos decir que ambos hacen a la figura más importante de la historia de la filosofía universal. Y si bien tuvo una vida política y militar, además de una familia, lo más sustantivo que ha llegado de Sócrates es su manía de recorrer la Atenas de su tiempo examinando a sus pares, haciéndoles ver si su sabiduría era tal (por ejemplo, la de un oficio en específico o la de un valor) o simplemente no existía.

Sócrates era un hombre entrado en años, presentado casi con la apariencia de un sátiro, que podía debatir con personas importantes de la sociedad, pero también con el pueblo llano. Su misión, según sus palabras, era una directiva de su daimon (no demonio, sino deidad intermedia) y el oráculo mismo había dicho que era la persona más sabia: justamente porque sabía, reconocía, que no sabía. Esa era la gran diferencia con el resto.

Entonces durante toda su vida, que fue de 71 años, Sócrates debatió, discutió, sometió a cada idea al derecho y al revés. Muchos tópicos versaban sobre grandes valores, como la justicia, el amor o la belleza, sometidos a su dialéctica implacable. Esto que dejaba estupefactos a muchos, también le ocasionó enormes consecuencias que derivaron en su muerte. Tras la sentencia negativa en un juicio, motorizado por sus acusadores Anito, Melito y Licón, Sócrates bebió la cicuta y murió. Se había ganado la hostilidad de parte del pueblo y muchos lo relacionaban con un simple sofista. No sin dejar antes una enorme cantidad de discípulos, de los cuales, el más resonante y sustantivo, fue Platón.

Luego del naturalismo de los filósofos de Mileto, el pitagorismo de los seguidores de Pitágoras e incluso el eleatismo de Parménides (sin entrar en las complejidades si era una escuela o no), Sócrates significó un enorme cambio: el de una filosofía moral, centrada a priori en el individuo. Aquí simplificamos, porque Platón en sus diálogos supera por mucho dicha perspectiva, viéndose esta línea más que nada el los diálogos jóvenes.